Historia Antigua
La Provincia de Los Ríos se componía en ese entonces de los cantones: Baba, Babahoyo, Chimbo, Guaranda, Pueblo Viejo y Vinces. El Cantón Baba se conformaba de las parroquias Baba, Guare y Juana de Oro.
Pero la fecha reconocida por la población, por la no existencia de la fecha exacta, fue la que sostuvo el Comité Pro Mejoras y Defensa de la Parroquia Guare como la de su auténtica parroquialización independiente el 4 de abril de 1884, luego de un levantamiento de sus habitantes contra la cabecera de Baba por una verdadera autonomía social, económica y jurídica para todo su territorio. Guare en retrospectiva aparece, por la voz de los vecinos del lugar, como un fuerte cacicazgo de influencia ante la realeza en la época colonial, lo que le da un sabor de antigüedad que respalda su estatus en el área. Con términos del historiador del lugar, Dr. Manuel Quintana Miranda, “La influencia del caciquismo indígena de Guare se hizo sentir en la corona de España y parece que tal cacicazgo gozó de ciertas garantías o prerrogativas concedidas por la realeza”.
En tiempos más cercanos, y ya en plena República, está el recuerdo de doña Juana de Guare, mujer de mucha personalidad a la que todos, nativos y extranjeros que pasaban en calidad de turistas, la respetaban en alto grado, además de ser reconocida por sus altas dotes de atención y servicio permanente en la comunidad. El racionalismo histórico, al margen de la imaginación poética del vivir popular, prefiere hablar de una señora Guare propietaria de una hacienda, localizada en el sitio central de la actual parroquia, que pasados los días heredó su nombre, en esta hacienda los viajeros de costa y sierra hacían un espacio de tiempo para disfrutar de los exquisitos bocados que aquella dama preparaba o por el simple hecho de descansar o intercambiar los productos.
Los inicios de Guare, territorialmente, fueron con una superficie aproximada de 23.000 m2, de acuerdo a la escritura pública celebrada con la Municipalidad de Baba. Y en este espacio son reconocidos los 2.000 habitantes en 1930, 800 como residentes en la cabecera parroquial. Un hecho notable en aquella época fue el voraz incendio que azotó la cabecera parroquial que dejó en cenizas a más de una docena de viviendas, por lo que las familias se vieron obligadas a abandonar estas tierras y emigrar unos a Guayaquíl, otros a Vinces y Babahoyo; quedando únicamente los hombres más decididos a continuar con la reconstrucción de su pueblo, entre los que podemos mencionar a las familias: Guerrero,
Rosado, León, Aspiazu, Cuello, Echeverría, Fernandez, Delgado, Olvera, García, Salazar, Cervantes, entre otros.
Treinta años más tarde el crecimiento poblacional subraya 6.326 personas afincadas en Guare, que para el Censo del año 2010 llega a 11.447 habitantes. De los recintos antiguos más nombrados, aún están presentes Mapancillo, Chinate, Campo Alegre.